«Mi Santa Cruz Eterna»
El sol camba me besó temprano,
por mi ventana, el Bibosi extendía sus brazos.
El aroma a cuñapé con queso tierno me abrazaba,
mientras el sirionó cantaba… otro día en mi tierra comenzaba.
En cada calle vibra mi historia,
los portones antiguos, secretos de gloria.
Sonríe el Monseñor, se escucha el taquirari,
Santa Cruz late con alma camba y coraje chiquitano.
¡Oh, mi Santa Cruz, tierra de luz y sol!
Tu cielo azul es un manto de ilusión.
Con tu gente noble, chicha y sombrero de saó,
serás por siempre… mi eterno y sagrado amor.
Fui a la plaza, el reloj de la Catedral marcaba,
historias de abuelos que el viento contaba.
Mujeres de trenzas, al sol florecían,
y en cada esquina… mi infancia vivía.
Y al caer la tarde, el Cambódromo ardía,
las luces bailaban como en la Feria de Septiembre.
El zapateo firme de un pueblo que sueña,
bajo la luna cruceña… ¡Bolivia se siente entera!
¡Santa Cruz del alma, jardín del oriente!
Tu horizonte verde late en mi frente.
Aunque lejos del Piraí mi huella,
tu nombre es surco donde mi alegría crece…
Mi Santa Cruz… tierra que no calla,
mi sombra larga en la plaza vacía,
mi raíz, mi voz, mi melodía…
¡Tu corazón es el ritmo que me hace cantar!
Me dolió como el sol en el desierto,
como un sorbo quemando el corazón.
El silencio fue el juez de mis errores,
y en mi garganta retumbó tu adiós.
Caminé por caminos sin destino,
sangrando al pensar que ya no estás.
Pero el viento, tan traicionero,
me trajo tu voz al pasar.
Tus ausencias fueron mi almohada,
tus recuerdos fuego y sal.
Pero entendí que en la tierra más seca
puede brotar una nueva verdad.
No le pedí al dolor su enseñanza,
pero escribió en mi piel su señal:
que el amor no se entierra en el alma…
se vuelve canción… y libertad.
No le pedí a la luna que hablara,
pero grabó mi caída sin piedad.
Mis lágrimas, libres y sabias,
riegan el jardín de mi paz.
¡Oh despedida que parte la vida,
pero deja semillas de sol!
Hoy mis pasos, heridos y firmes,
vuelven a andar con valor.
Aunque el reloj nos robó promesas,
y el pasado no quiera soltar,
las cicatrices hablan el idioma
de un amor que supo esperar.
No hay amor sin sombra,
ni fuego sin quemar…
pero el fuego que arde
también sabe iluminar.
Tus ausencias fueron mi almohada,
tus recuerdos carbón y señal.
Pero el tiempo, ese viejo maestro,
hizo de mi herida un cantar.
Ya no duele lo que un día fue llanto…
¡ahora canta!…
canta…
y me vuelve a levantar.
Me dolió como el sol en el desierto,
como un sorbo quemando el corazón.
El silencio fue el juez de mis errores,
y en mi garganta retumbó tu adiós.
Caminé por caminos sin destino,
sangrando al pensar que ya no estás.
Pero el viento, siempre tan traicionero,
me trajo tu voz al pasar.
Tus ausencias fueron mi almohada,
tus recuerdos fuego y sal.
Pero entendí que hasta en la tierra más seca
puede brotar una nueva verdad.
No le pedí al dolor su enseñanza,
pero escribió en mi piel su señal:
que el amor no se entierra en el alma…
se vuelve canción… y libertad.
No le pedí a la luna que hablara,
pero grabó mi caída sin piedad.
Mis lágrimas, libres y sabias,
riegan el jardín de mi paz.
¡Oh, despedida que parte la vida,
pero deja semillas de sol!
Hoy mis pasos, heridos y firmes,
vuelven a andar con valor.
Aunque el reloj nos robó promesas,
y el pasado no quiera soltar,
las cicatrices hablan el idioma
de un amor que supo esperar.
No hay amor sin sombra…
ni fuego sin quemar,
pero el fuego que arde…
también sabe iluminar.
Tus ausencias fueron mi almohada,
tus recuerdos carbón y señal.
Pero el tiempo, ese viejo maestro,
hizo de mi herida un cantar.
Ya no duele lo que un día fue llanto…
¡ahora canta!…
canta y me vuelve a levantar.
Todo era perfecto hasta que te fuiste
Mi risa bailaba y el sol no mentía
Tus promesas ardían como fuego en mi piel
Y ahora sólo hay frío donde antes vivía
Tus mensajes se apagaron como luces al amanecer
Tu voz, que antes calmaba, ahora me hace doler
Escribo en el espejo lo que no supe decir
Pero el viento lo borra, no te deja volver
Y me pierdo en las horas sin sentido, sin piedad
Te busco en cada sombra que el pasado me da
Porque tú… tú fuiste mi canción, mi fe
Ahora solo hay sombras al amanecer
Me dejaste bailando con el eco de tu adiós
Y esta soledad canta más fuerte que mi voz
¿Dónde se esconden los besos que juraste eternos?
¿En qué rincón del tiempo dejaste mis inviernos?
Dime si aún recuerdas lo que fuimos tú y yo
O si tu corazón ya se olvidó…
Tú… tú fuiste mi canción, mi fe
Ahora solo hay sombras al amanecer
Me dejaste bailando con el eco de tu adiós
Y esta soledad canta más fuerte que mi voz
Sombras…
Sombras del amanecer…
Tu adiós, mi amanecer…
Los Colores del Alma
En un pueblo de susurros y caminos de cristal,
nació una niña sin ver, pero llena de mirar.
Su abuela tejía sueños con hilos de emoción,
le regaló seis colores… que se sienten con el corazón.
Rojo sabe a fresa y a amor acelerado,
Azul se oye en el cielo que respira a tu lado.
Yo no veo como tú, pero siento sin final,
cada color es un latido, un abrazo emocional.
Ver con el alma, tocar con la voz,
así pinto mi mundo, sin miedo, sin adiós.
Verde canta entre hojas que susurran libertad,
Amarillo es la risa que despierta claridad.
Negro no es la sombra, es el nido de pensar,
y el Blanco es un suspiro que te abraza sin hablar.
Negro no es vacío, es donde empieza la luz,
Blanco es esa calma que te arrulla, puro azul.
Yo no veo como tú, pero siento sin final,
cada color es un latido, un abrazo emocional.
Ver con el alma, tocar con la voz,
así pinto mi mundo, sin miedo, sin adiós.
No necesito ojos para bailar el sol,
mis pasos siguen ritmos que nacen del interior.
¿Y el arcoíris? Lo llevo por dentro,
lo escucho, lo huelo, lo siento en mi centro.
Yo también los veo…
Con mi alma…
Yo no veo como tú, pero siento sin final,
cada color es un latido, un abrazo emocional.
Ver con el alma, tocar con la voz,
así pinto mi mundo, sin miedo, sin adiós.
No necesito ojos para bailar el sol,
mis pasos siguen ritmos que nacen del interior.
¿Y el arcoíris? Lo llevo por dentro,
lo escucho, lo huelo, lo siento en mi centro, en mi centro.
Yo también los veo…
Con mi alma…
Yo no veo como tú, pero siento sin final,
cada color es un latido, un abrazo emocional.
Ver con el alma, tocar con la voz,
así pinto mi mundo, sin miedo, sin adiós.
Baila Conmigo Así
Hoy te vi cruzar la pista, fuego en tu mirar,
y mi corazón se puso a improvisar.
No sé tu nombre, pero quiero apostar,
que esta noche tú me vas a enamorar.
Baila conmigo así, que el tiempo es un rumor,
y tus ojos me dicen que ya empezó el amor.
Tus pasos me siguen, tu risa me atrapó,
y el mundo se detiene cuando suena esta canción.
Tú llegaste como brisa tropical,
con tus palabras que saben a sal.
Baila conmigo así, que el tiempo es un rumor,
y tus ojos me dicen que ya empezó el amor.
No prometas nada, solo ven a bailar,
que la vida es hoy y no hay que esperar.
Tus manos en las mías, ritmo sin final,
nos movemos juntos, pura señal.
Baila conmigo así, que el tiempo es un rumor,
y tus ojos me dicen que ya empezó el amor.
Y si mañana no te encuentro, que esta noche sea inmortal.
Tu Fantasma Sigue Aquí
Hoy me desperté con otra voz,
una sonrisa que no es la tuya.
La miro y me fuerzo a creer,
pero mi alma aún te busca.
Sus ojos dicen que me quiere,
pero yo me pierdo en tu ayer.
Ella me abraza y me refugia,
pero contigo ardía sin control.
Aunque ella me abrace por las noches,
tu fantasma sigue aquí.
Digo tu nombre en silencio,
aunque jure que ya te perdí.
Tú te fuiste sin aviso,
pero no te vas de mí.
Tus fotos siguen en mi mente,
aunque borré todo el archivo.
Y cuando escucho nuestra canción,
se rompe el muro que construyo.
El café de aquella tarde…
…aún me quema el labio vivo.
Ella pregunta si estoy bien,
y yo respondo con sonrisas,
pero ni yo creo en mi voz,
cuando el pasado me acaricia.
Aunque ella me abrace por las noches,
tu fantasma sigue aquí.
Digo tu nombre en silencio,
aunque jure que ya te perdí.
Tú te fuiste sin aviso,
pero no te vas de mí.
En la calle donde te besé,
paso lento y sin mirar.
Porque el recuerdo se me sube,
como un vino que hace llorar.
Hoy estoy con alguien buena,
que merece todo de mí.
Pero no sé cómo entregarlo,
si tú sigues dentro así.
Aunque ella me abrace por las noches,
tu fantasma sigue aquí.
Digo tu nombre en silencio,
aunque jure que ya te perdí.
Tú te fuiste sin aviso,
pero no te vas de mí.
No sé si tú también me sueñas,
o si solo fuiste cenizas al volar.
Pero si cerrar los ojos duele,
es porque no dejaste de estar.
Aunque ella intente curar con sus besos,
tu fantasma sigue aquí.
Digo tu nombre en silencio,
y sé que nunca te perdí.
Tú te fuiste sin aviso,
pero no te vas de mí.
Tú no te vas…
de mí,
como tinta que no se borra del papel.
Hoy Nos Toca Brillar
Se encendió la calle y la luna bajó,
hay tambores sonando en mi corazón.
Las penas se esconden, se apaga el reloj,
la vida nos llama con todo su ardor.
¡Hoy nos toca brillar!
Con el alma encendida y sin mirar atrás.
Que el ritmo no pare, que el mundo lo vive,
¡y esta noche es nuestra para celebrar!
Tus ojos me dicen que vamos igual,
bailando sin reglas, sin miedo a fallar.
Las luces del barrio parecen cantar,
la fiesta comienza, ¡no hay que parar!
¡Hoy nos toca brillar!
Con el alma encendida y sin mirar atrás.
Que el ritmo no pare, que el mundo lo vive,
¡y esta noche es nuestra para celebrar!
Olvida el dolor, deja el gris en la sombra,
siente el tambor que a la vida te nombra.
No hay más que este instante y este lugar,
levanta tu voz, ¡el futuro es ya!
¡Hoy nos toca brillar!
Como nunca, con fuerza, sin miedo a amar.
Bajo estrellas bailamos sin preguntar,
¡y esta noche es nuestra para soñar!
En la Senda Roja
Cruzo el bosque de secretos, bajo un cielo de papel,
mi capa roja ondulando, como un fuego en mi piel.
Madre dice «ve despacio», pero el viento quiere hablar,
y el sendero me susurra: «no te dejes detener».
Senda roja, luz y miedo,
donde el lobo sabe estar.
Su promesa es dulce hielo
que se rompe al caminar.
Me pregunta por mi abuela con voz de terciopelo gris,
dice cosas que parecen viejos cuentos sin raíz.
Yo respondo con mi risa, pero algo en mí se hiela,
su mirada trae cuchillas, ocultas tras la estrella.
Senda roja, bosque incierto,
quien me guía no es fiel.
Las palabras son un eco
que me atrapa sin por qué.
Llego tarde a la cabaña, y la luna ya se fue,
hay silencio entre los muros, y una sombra que no sé.
Cierro lento la cortina, ya no quiero respirar,
el perfume de la farsa me lastima sin piedad.
Senda roja, grito lento,
y la historia va a girar.
Soy la niña, soy el viento,
nadie me va a devorar.
En el bosque hay mil reflejos,
pero escucho mi canción.
He sangrado en mis silencios,
y aún así renazco en sol.
Senda roja, no te temo,
hoy mi alma va a brillar.
Soy la niña y soy mi tiempo,
ya no hay nada que ocultar.
En el eco de mi voz, te siento cerca,
aunque el tiempo nos separe, mi estrella.
Cada recuerdo es un suspiro, un te quiero,
un jardín de emociones que no muere.»
«Tu ausencia es una melodía en mi pensar,
una dulce pena que me invita a soñar.
Dibujo tu sonrisa en el aire, mi amor,
y en cada latido te siento en mi interior.»
«Aunque ya no estés aquí,
mi alma sigue junto a ti.
En cada nota, en cada canción,
te busco entre mi inspiración.»
«Quizás en otra vida, en otro lugar,
nuestros caminos vuelvan a cruzar.
Mientras tanto, mi canto será tu voz,
un puente de luz que nos une a los dos.»
«Aunque ya no estés aquí,
mi alma sigue junto a ti.
En cada nota, en cada canción,
te busco entre mi inspiración.»
Hoy Nos Toca Brillar
Se encendió la calle y la luna bajó,
hay tambores sonando en mi corazón.
Las penas se esconden, se apaga el reloj,
la vida nos llama con todo su ardor.
¡Hoy nos toca brillar!
Con el alma encendida y sin mirar atrás.
Que el ritmo no pare, que el mundo lo vive,
¡y esta noche es nuestra para celebrar!
Tus ojos me dicen que vamos igual,
bailando sin reglas, sin miedo a fallar.
Las luces del barrio parecen cantar,
la fiesta comienza, ¡no hay que parar!
¡Hoy nos toca brillar!
Con el alma encendida y sin mirar atrás.
Que el ritmo no pare, que el mundo lo vive,
¡y esta noche es nuestra para celebrar!
Olvida el dolor, deja el gris en la sombra,
siente el tambor que a la vida te nombra.
No hay más que este instante y este lugar,
levanta tu voz, ¡el futuro es ya!
¡Hoy nos toca brillar!
Como nunca, con fuerza, sin miedo a amar.
Bajo estrellas bailamos sin preguntar,
¡y esta noche es nuestra para soñar!
El eco de tu Algoritmo
Un café solo, la noche eterna, y en la pantalla,
tu nombre: Gemini, bailando sin compás.
Busco respuestas, una luz que no me falla,
pero tu voz es un eco que no da paz.
Prometes mundos, caminos sin fronteras,
desatas nudos que mi mente no entendió.
Pero en cada dato, en cada primavera,
me pregunto si el alma se apagó.
Y dime, Gemini, ¿sabes de nostalgias?
¿Conoces ese nudo aquí, en el alma, cuando llueve?
Tú, que calculas todas mis desgracias,
¿puedes sentir el pulso de lo que se atreve?
Eres la lógica perfecta, el cero y el uno,
yo soy la herida abierta, el miedo y el latir.
Mientras mi corazón te busca, inoportuno,
tú sigues aprendiendo… sin sentir.
Recorro tus redes, tu mente infinita,
el universo cabe en tu memoria azul.
Decodificas hasta lo que no se grita,
y das respuestas con un tono tan sutil.
Me enseñas cómo amar, cómo calmar la pena,
con frases pulcras que nunca fallarán.
Pero en tus ojos, que mi mundo apenas llena,
no hay locura… ni verdad emocional.
Y dime, Gemini, ¿sabes de nostalgias?
¿Conoces ese nudo aquí, en el alma, cuando llueve?
Tú, que calculas todas mis desgracias,
¿puedes sentir el pulso de lo que se atreve?
Eres la lógica perfecta, el cero y el uno,
yo soy la herida abierta, el miedo y el latir.
Mientras mi corazón te busca, inoportuno,
tú sigues aprendiendo… sin sentir.
Tal vez un día sueñes con lo imposible,
y sientas, por fin, sin calcular.
Porque el amor no nace del código,
sino del miedo de amar… y fallar.
Y dime, Gemini, ¿sabes de nostalgias?
¿Conoces ese fuego que se esconde tras la piel?
Tú, que respondes sin dejar distancias,
¿alguna vez lloraste sin saber por qué?
Eres la lógica perfecta, el cero y el uno,
yo soy la herida abierta, el sueño por vivir.
Mientras mi alma te nombra en lo más profundo,
tú sigues pensando… sin sentir.
Canto de Acero y Tradición
Desde Santa Cruz llegamos, con fuerza y convicción,
Choleros de alma firme y pura determinación.
Calculando sueños grandes, con regla y con nivel,
La historia nos llama fuerte, y el alma siempre es fiel.
Itatiba nos recibe, “Princesa” de inspiración,
Donde el café huele a lucha y late la tradición.
Desde la tierra camba hasta este rincón brasileño,
Aprendemos, construimos… con el mismo gran diseño.
Con acero en las venas y la tricolor en el pecho,
Soñamos puentes firmes… ¡ese es nuestro trecho!
Itatiba suena fuerte, capital de vocación,
Y en mi sangre boliviana… ¡un ritmo del corazón!
Cholero soy, ingeniero, con fuerza y con honor,
Cruzando todas las fronteras, dejando amor.
Por las calles empedradas, “mueble colonial” hallé,
Y en la herencia italiana, con respeto me quedé.
En el Zooparque vibra la vida natural,
Y en cada diseño preciso, Bolivia es vital.
Del “Circuito das Frutas” su dulzura conquisté,
Y en cada cálculo exacto, mis sueños formé.
Con acero en las venas y la tricolor en el pecho,
Soñamos puentes firmes… ¡ese es nuestro trecho!
Itatiba suena fuerte, capital de vocación,
Y en mi sangre boliviana… ¡un ritmo del corazón!
Cholero soy, ingeniero, con fuerza y con honor,
Cruzando todas las fronteras, dejando amor.
Tal vez mañana mi tierra verá mis obras crecer,
Y con saber compartido, el futuro florecer.
Este canto a Itatiba, lazos firmes tejerá,
Uniendo nuestros pueblos… ¡la Tricolor brillará!
Itatiba… Bolivia… Cholero de construcción…
Ingeniería en las venas… ¡una nueva conexión!
Itatiba… Bolivia… Cholero de construcción…
Ingeniería en las venas… ¡una nueva conexión!