Cuento «Los Colores del Alma»

Cuento original, inédito e inclusivo titulado:


«Los Colores de Alma»

Un cuento para sentir con el corazón


En un pequeño pueblo escondido entre montañas y ríos cantores, vivía Alma, una niña curiosa, valiente… y ciega desde que nació. Aunque nunca había visto con los ojos, veía con algo mucho más profundo: su corazón.

Una mañana, su abuela, que era tejedora de sueños y palabras, le regaló una caja de madera con una inscripción que decía:

“Aquí están los colores del mundo. Solo sentirlos te ayudará a verlos.”

Alma abrió la caja con emoción. No había pinturas, ni crayones, ni telas. Solo seis pequeños objetos, cada uno con una textura y aroma distintos. Su abuela le dijo:


🔴 El primer objeto era cálido y liso.

—“Este es el Rojo,” dijo la abuela.
—“¿A qué sabe el rojo, abuela?”
—“Sabe a fresa madura, y se siente como un abrazo apretado cuando estás feliz o enamorada. Es el calor que tienes cuando tu corazón corre.”


🔵 El segundo era frío y suave.

—“Este es el Azul.”
—“¿Y cómo suena el azul?”
—“Suena como el mar cuando respira, o el cielo cuando estás en silencio. Es paz, profundidad… como cuando piensas en tus sueños antes de dormir.”


🟢 El tercero tenía aroma a hojas y una textura rugosa.

—“Este es el Verde.”
—“¿Y cómo se siente el verde?”
—“Como el pasto bajo tus pies descalzos, o como el canto de los árboles cuando el viento los acaricia. Es esperanza.”


🟡 El cuarto era tibio y suave como una pluma.

—“Este es el Amarillo.”
—“¿El amarillo ríe, abuela?”
—“¡Sí! El amarillo es como una risa que se escapa, como el sol de la mañana que te despierta con cariño.”


⚫ El quinto era pesado y sin aroma.

—“Este es el Negro.”
—“¿Es malo el negro?”
—“No, mi niña. El negro es el silencio antes de que comience una historia, el lugar donde nacen los sueños. Es el refugio cuando quieres pensar.”


⚪ El último era ligero como el aire.

—“Este es el Blanco.”
—“¿Y cómo se toca el blanco?”
—“No se toca, se siente cuando todo está en calma. Es como el abrazo de mamá mientras duermes. Es inicio, es paz.”


Alma guardó cada color en su corazón. Desde ese día, cuando alguien hablaba de un arcoíris, ella sonreía y decía:

“Yo también los veo… con mi alma.”


🫶 Fin

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